La Suma Flamenca de Madrid

Mientras la Porverita estaba de mudanza, -de ahí la ausencia temporal de la flamenca y fiestera bloguera- las autoridades madrileñas han presentado la Programación de la Suma Flamenca 2010 de la Comunidad de Madrid, sin avisarme. No lamento haberme perdido el «directo» de nuestra presi.

En similares escenarios a los del año pasado –Teatros del Canal, Semana Flamenca de Alcobendas, Auditorios de distintos municipios, Vallecas y el Instituto Francés, una de las novedades es el traslado del ciclo «La Música de los Espejos«, del Olivar de Castillejo al Complejo del Águila. No creo que esta nueva ubicación consiga la magia de aquellas primeras ediciones -frescas, amenazadas de lluvia y emocionantes- del emparejamiento de poesía y cante flamenco.

Veo que junto a los de siempre, aparecen programados algunos de mis favoritos, de aquellos que la Porverita se resentía de que nadie traía a Madrid: los aires trianeros de Paco Taranto y los aires marcheneros de Carmen Corpas. Pero esa suerte la van a disfrutar, no los del centro de Madrid, sino los de la periferia: el primero en Rivas-Vaciamadrid, que se está convirtiendo en uno de los municipios más activos y flamencos de la Comunidad; y la segunda, en el pueblo de La Cabrera.

Lo que más me gusta de la programación -a parte de los anteriores- se va al sur flamenco de la ciudad de Madrid: a Vallekas Flamenca: David Palomar, David Lagos, Jesús Corbacho, Belen López y Raquel Villar. La Porverita se ha mudado, por imperativos familiares, dentro del mismo Barrio de Tetuán, pero debería acabar viviendo en medio de la emigración andaluza de antaño, a la Vallecas más flamenca y militante del centro capitalino.

Mi recomendación personal y que nadie debería perderse -con tal de que me dejéis un hueco a mí- es la actuación Axivil Aljamía (Perfume Mudéjar) en el Instituto Francés, el día 24 de junio: música andalusí con cantaor flamenco a la voz: Pedro Sanz.

Os dejo con la música de Axivil Aljamía que utilicé para el montanje de fotografías de una tierra amada: Albarracín (Teruel), aunque aquí no suene la voz.