Dos exposiciones fotográficas en Madrid

A parte de otras chaladuras, la Porverita se pierde por cualquier fotografía antigua en blanco y negro, y más si está cargada de significaciones emotivas.

Por ello quiero recomendaros dos exposiciones que he visto recientemente:

Una en el Centro Cultura Blanquerna (Calle de Alcalá, 44) con el tema central de «Carmen Amaya en Argentina : mujer y artista«

Es todo un documento vital, pues muestran a la «diva» del baile flamenco rodeada de toda su «tribu» y asistida por su familia, en ropa de estar por casa o asistiendo a citas con los medios, en la que nuestra catalana flamenca y universal tiene un aspecto menudo y quebradizo: todo lo contrario a la figura gigantesca en que se ha convertido.

También se proyecta un cortometraje sonorizado con unos cantes de la Amaya que ponen los pelos de punta.

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La otra exposición sí que pone los pelos de punta y la llena a una de congoja: se trata de la peripecia vital de aquellos «pobres» españoles que tuvieron que emigrar a Europa, abandonando una pobre y empobrecida España.

Como nos dicen en su programa: «A través de las fotografías -algunas emblemáticas y de gran interés histórico- recogidas en esta «Memoria Gráfica de la Emigración Española» se muestran tanto la emigración tradicional como la más reciente, enmarcadas en diversos ámbitos. Aunque toda selección conlleva una reducción de la realidad, esta muestra fotográfica elige tres ejes para contar el relato de la emigración española: el viaje, el trabajo y el entramado social y la vida cotidiana de los emigrantes».

Esta exposición está en la planta baja de la Biblioteca Central de la UNED (C/ Senda del Rey) y sólo va a estar hasta el 23 de octubre, así que queda poco tiempo. Os invito a que veáis la Exposición, conozcáis una Biblioteca que es Premio Nacional de Arquitectura, y a que os toméis un café o una cerveza en su Cafeteria de la 7ª Planta con vistas a la Casa de Campo, el Manzanares y el Palacio Real, antes del día 23, pero… no vayáis el lunes 18 porque cierra toda la UNED para celebrar la Apertura del Curso escolar.

En el fondo, las dos exposiciones apelan a los «expatriados» que no pueden y no pudieron buscarse la vida entre los suyos.

Exposición Gran Taberna Gitana»

Nos llega información de la inauguración de una Exposición de Fotografía en el Museo de la Peña Juan Breva de Málaga. Se trata de fotografías tomadas en la Gran Taberna Gitana (Málaga), y la fecha será la próxima semana, el viernes 23 de julio.

Os dejo con el texto de Paco Roji:

Para mí, la Gran Taberna Gitana, es una pasión, igual que lo ha sido ‘La Repompa de Málaga’ y el bailaor malagueño José Losada Santiago, conocido por ‘Carrete’.


Llevo años investigando la década de los cincuenta, sesenta y setenta en Málaga, el flamenco en los tablaos y los artistas

Este trabajo se inicia en el año 2005 cuando dentro de un ciclo que se organizó en Flamenka, llamado ‘1955–2005, 50 años de arte Flamenco en Málaga’, realicé una charla con un vídeo sobre este Tablao en especial.


El vídeo, casero, pero con imágenes de artistas como El Charro, Pepito Vargas, incluso con uno de los dueños Miguelón, fue muy bien acogido. Algunos amigos, me animaron a seguir con ese trabajo.

Esta exposición, que realizo junto a Paco Fernández, es especial: la Gran Taberna Gitana lo fue. Tras muchas conversaciones, todos me dicen lo mismo, es el tablao con más clase.

Fue tras el tablao el Refugio (1953) y la Taberna Flamenca (1959), el mejor tablao en Málaga. El primero en la década de los sesenta, en pleno boom turístico. Más tarde se abrió El tablao ‘El Flamenco’ de Emi Bonilla.

Recogeremos fotos entre los años 1963 y 1970, siendo su dueño Antonio Rojas.

Inaugurado oficialmente el miércoles 12 de junio de 1963, con las actuaciones del cantaor Rafael Ortega (padre de Manzanita) y su señora Trini Heredia, el cantaor Juanito Maravillas y el cuadro Mosaico Andaluz, formado por cuatro bailaoras malagueñas.

Se podrán ver imágenes de artistas de la talla de Farruco, Tía Juana la del Pipa, Paco del Gastor, Pepe Palanca. Personajes del momento como Rocío Durcal, el actor Maurice Ronet, el torero Victoriano Valencia … y como no, artistas locales de la talla de Juan El Africano, La Quica, Pepito Vargas, Tiriri, El Charro, Pepe de la Isla, Carrete…

Datos de la exposición:
Nombre: Tablao La Gran Taberna Gitana. Primera época 1963-1970
Autores: colección Paco Fernández y Paco Roji
Recuerdo especial a la bailaora malagueña Sacramento Sibajas
Cuarenta y siete instantáneas. Blanco y negro. Marcos 30 x 40 cms

Fecha inauguración: viernes 23 de julio 2010 – 21 horas
Lugar:
Museo de Arte Flamenco Juan Breva. C/Ramón Franquelo nº 4. Málaga
Horario visita: martes a domingo de 10 a 14 horas, miércoles y viernes por la tarde
Duración: desde el viernes 23 de julio al jueves 30 de septiembre 2010

Flamencas en blanco y negro

En las próximas fechas se van a celebrar un par de Exposiciones fotográficas que tienen mucha enjundia.


La primera tiene como protagonista a La Repompa de Málaga y el ambiente flamenco que la rodeó, y se inaugurará el próximo viernes, día 27 de noviembre, en la Peña Juan Breva de Málaga.

Se trata de la colección fotográfica de Paco Roji y Paco Fernández que yo tuve ocasión de ver el pasado mes de septiembre en la Sede de Turismo Andaluz.

Creo que es muy interesante contemplar los reflejos de una época del flamenco -en blanco y negro- que todavía tenía cierto «glamour» y sentido lúdico, sin perder el aspecto solidario y convivencial entre artistas y colegas.

A mí me encantó, y espero volver a verla cuando baje a Málaga para la Semana de Verdiales de la Peña Juan Breva. Y esta vez… me llevaré la cámara para hacer alguna foto… de las fotos de mi heroína.
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La segunda se celebrará en el Barrio de la Fortuna (Leganés) en la Sala de Exposiciones de la Junta Municipal del Distrito de la Fortuna, con el título de «Evocación a Pilar López» y forma parte de las actividades programadas dentro de las «XVI Jornadas Flamencas de La Fortuna».

Del 14 al 19 de diciembre
Sala exposiciones JMD La Fortuna
Expo Photo
Evocación a Pilar López.

Esta la puedo recomendar sin haberla visto, sabiendo quién es el comisario o coleccionista de las fotos –Angel Lacalle – y los autores de las fotografías de la bailarina: Annemarie Heinrich; Ibáñez ; Juan Gyenes ; Apers y José Caballero.

Cosas que hacer y escuchar en los próximos días

Lo primero es escuchar a las 12 de la noche del lunes, 26 de octubre, y del miércoles, 28 de octubre, los dos programas Especiales de los 25 Años de «Nuestro Flamenco« en Radio Clásica-RNE. En el estudio estarán los flamencos más «clásicos» de este mundillo artístico, junto al responsable del programa José María Velázquez-Gaztelu y el director de Radio Clásica, Fernando Palacios.

El Teatro Español continúa con su ciclo «Sangre Nueva, Jóvenes Flamencos«; como Málaga no aparece por el cartel -es una verdadera lástima, pues hay jóvenes flamencos muy buenos, no sólo al cante sino también a la guitarra- yo me iré a ver a los gaditanos, Ángel Pastor -cante gitano de la saga de los Agujetas, dice el cartel- y a Juani de la Isla, que aunque la guitarra no es lo mejor de la «tacita», algo tendrá que decir el «guitarrista de El Barrio». La velada se completa con el baile de la sevillana, Asunción Demartos; como no tengo ni idéa de baile flamenco, igual me llevo una estupenda sorpresa.

Congreso del Centenario de Antonio Mairena, en la UNIA (28, 29 y 30 de octubre). En Jondo Web tenéis información muy completa.

El jueves 29 de octubre en la SGAE, disco de oro a Miguel Poveda por su disco «Coplas del querer»:

JUEVES 29. 12.00 h. Entrega del disco de oro a Miguel Poveda por su álbum ‘Coplas del querer’

Entrada libre hasta completar aforo

Miguel Poveda (Badalona, 1973) acude a nuestra sede para recoger el disco de oro que le entrega su discográfica, Universal, por su disco Coplas del querer, un trabajo que se puso a la venta con gran éxito en junio pasado. Un álbum doble en el que el artista rinde homenaje a la copla con una selección de 18 temas, entre las que están las favoritas del intérprete escogidas entre un repertorio de grandes clásicos del género.

Con tan sólo 20 años, Poveda ganó la Lámpara Minera en el Concurso Nacional del Cante de las Minas en La Unión (Murcia), lo que le valió -a pesar de su juventud- para consagrarse como una de las más grandes figuras del flamenco de hoy en día. Premio Nacional de Música 2007, en la modalidad de Interpretación, Miguel Poveda regalará a los asistentes la interpretación en directo de varios temas de este premiado trabajo.

Transmisión «en vivo» desde http://www.latelelatina.com

A partir del 4 de noviembre, el Festival de Jazz de Madrid 2009. Yo como no soy muy jazzera, me apuntaré a lo más flamenco: Un Gato en la Luna en la Sala Clamores el mismo día del arranque, el 4 de noviembre. También está programado por ahí el piano de Pedro Ojesto, creo que con su trío.

¡Ojo! que solo tenemos hasta el día 1 de noviembre para ver… una exposición en la Casa Encendida de Madrid, organizada desde la Universidad de Málaga, Camuflajes. Reseña de la exposición en el diario Málaga Hoy: Síntomas de nuestro tiempo

————————- Actualización del lunes, 26 de octubre y en Málaga.
Dentro de las actividades programadas por la tienda Flamenka para celebrar su aniversario, mañana tendrán un encuentro con el bailaor y artistas malagueño José Losada, Carrete:

INFO FLAMENKA

Martes 27. VI Aniversario de Flamenka. Charla: ‘Carrete’ en la Costa del Sol. José Losada ‘Carrete’, lleva cincuenta años trabajando como bailaor en la Costa; Carrete viene hoy a contarnos algunas de sus vivencias.

Entrada libre. Confirmar asistencia.

21 horas.

Miguel de Molina según Jesús Asensi

Al intentar contentar a mis seguidoras, aficionadas a la copla y sufrientes del flamenco, me he puesto a investigar a este personaje –Miguel de Molina– y me he quedado prendada de él.

En la página web de la Peña Juan Breva he encontrado un estupendo artículo de uno de mis maestros y ahora amigo, Jesús Asensi Díaz, que saco de la página de la Peña para ofrecéroslo a todos, ya que no puedo poner un enlace directo al sitio en dónde está.

Es un aviso por si la exposición -que yo, tonta de mí, me perdí- llegara a vuestras ciudades. Espero que no caigáis rendidos/as ante este personaje tan entrañable.

En el sitio de dónde he sacado el texto de Jesús, hay un montón de imágenes y fotografías que no os puedo poner yo. Así que visitad la página de la Peña Juan Breva, que también tiene música.

Arte y Provocación: vuelve el malagueño Miguel de Molina.
(por Jesús Asensi Díaz)

La sala madrileña de exposiciones “El Aguila” acoge desde el 24 de marzo hasta el 17 de mayo de 2009, la titulada «Arte y provocación» que se nos presenta como la primera retrospectiva sobre el artista y cancionero malagueño Miguel de Molina. Como se indica en el programa, se nos ofrece, a nivel mundial, el legado de este genio de la canción española que elevó la calidad de la copla a lo más alto creando un estilo innovador y vanguardista.

Causa sorpresa que sea la Comunidad madrileña la que apadrine esta importante exposición junto a la «Fundación Miguel de Molina«. Quien le iba a decir al provocador artista, que fue apaleado aquí “por rojo y por marica”, que el Consejero de Cultura expresara en el acto de la inauguración que “era necesario reivindicar la figura de Miguel de Molina porque sufrió como nadie en sus propias carnes la represión de este país, ya no sólo ideológica, sino por ser homosexual”. Pero la exposición está presente y la gente asiste a ella con reverencia, según hemos podido comprobar, escribiendo en el Libro de Visitas textos emotivos y laudatorios hacia el artista.

La exposición –según nos han dicho- viajará a Buenos Aires y, después, que será el año que viene, estará en Almagro, Sevilla y Córdoba. ¿Y a Málaga, la cuna de Miguel de Molina, vendrá o no? Nos da una cierta pena que nuestra ciudad esté tan lejana y ausente de ciertos temas y eventos, como éste, que le son propios. Sabemos que se han hecho gestiones, que por ahora no han dado su fruto, de traer los restos de Miguel de Molina a Málaga. Luego está la Fundación, presidida por su sobrino-nieto Alejandro Salade, que ha recogido su extraordinario legado y que ha establecido su sede en Madrid conteniendo, entre otros muchos objetos y documentos, 400 cartas catalogadas, miles de fotografías, más de 40 blusas y pares de botines, trajes, periódicos, recortes de prensa, carteles etc. Málaga debería estar en contacto con esta Fundación.

Su nacimiento y triste infancia en Málaga

Su biografía malagueña es bien escasa. Miguel Frías Molina nació un 10 de abril de 1908, en Málaga, en el barrio de Capuchinos –Carlos Herrera aventura que nació en la Alameda, “en una casa hermosa y soleada que pronto abandonó para ir a otra más humilde”- en tiempos de necesidad y de miseria. El mismo cuenta en su autobiografía que vino al mundo “en una España en la que reinaba Alfonso XIII y en una Andalucía en la que quienes gobernaban eran la pobreza, el hambre, los terratenientes y la ignorancia”

Su padre zapatero, que al parecer era epiléptico y se pasaba los días postrado en la cama, no atendía la casa. Se esforzaba, para sacar adelante a los seis hijos, su madre, que fregaba suelos. Además estaban sus tías y su abuela. Rodeado de mujeres su infancia fue muy dura luchando contra la escasez y la intolerancia. Los niños del colegio de los Salesianos, donde estaba escolarizado con una beca para pobres, se metían con él por su afeminamiento. Sus padre, que no lo aceptaba, terminó enviándolo a un reformatorio, lo que complicó aun más su infancia. Cuenta –también Herrera que “un día volvió tarde a casa tras haber visto un espectáculo y su padre le propinó la que iba a ser la última bofetada; al día siguiente cogió su hatillo y con 14 años salió de Málaga” para no volver más. Su biografía a partir de ahora es más conocida por las semblanzas que de él escribieron Carlos Herrera, José Blas Vega, su autobiografía «Botín de guerra» y el esperado libro sobre él, con motivo de esta exposición, escrito por expertos y allegados que glosan su figura y su obra.

La exposición.

Pero repasemos su magnífica exposición, que nos da idea del importante legado que ha dejado el artista, cuyo comisario es Manuel de Gotor, diseñador de moda. Lo primero que encontramos es una galería de retratos de muchas personalidades con dedicatorias muy expresivas al artista: Perón y su esposa Eva, Agustín Lara, Maurice Chevalier, Manolete, María Félix, Raquel Meyer, Celia Gámez, Carlos Arniches, Luis Mariano, Jacinto Benavente, Pastora Imperio, etc. Otro gran panel, en forma de collage, nos presenta escenas de su intensa vida social y artística con multitud de personalidades y otros artistas lo que nos demuestra que fue muy querido y admirado.

«Una vida de leyenda» pasa revista a múltiples acontecimientos de su azarosa vida reflejados, incluso, en los periódicos y revistas de la época. Otro panel titulado “El arte de vestirse” pasa revista a su original personalidad en el arte de vestirse para salir al escenario, con unos atuendos exagerados, escandalosos y provocativos para su época. Pantalones muy ajustados, blusas de mangas muy amplias que el mismo diseñaba, con colgantes, pulseras y otros atuendos. Precisamente, causa sensación la espectacularidad de las diez y seis blusas que se exponen y la de los cuarenta pares de botines, a cada cual más original. Además, se exhiben cuatro trajes completos de los que utilizó en sus mejores espectáculos.

Miguel de Molina realizó pequeñas incursiones en el cine de su época. Y así se puede visualizar, en una gran pantalla, imágenes de sus películas ”Luna de sangre”, “Manolo Reyes” y “Esta es mi vida”, además de los carteles de las mismas. Las carátulas de sus discos primeros tienen el encanto de un pasado inencontrable. Y los grandes cartelones de sus comienzos, en el teatro, nos dejan perplejos puesto que Miguel de Molina se inició como bailarín, en unos años decisivos, del 1931 a 1934, en que puede decirse que cristaliza el llamado “ballet español”. Hay un gran cartel del estreno de “El amor brujo” en el Teatro Español, de 1934, por la compañía de Antonia Mercé “La Argentina”, en el que hace el personaje del “Espectro”, compartiendo cartel con Vicente Escudero y Pastora Imperio. En esta misma obra encarnó, en otra ocasión, el papel de Carmelo, junto a Laura de San Telmo y siendo el director de orquesta Manuel de Falla. Otros carteles recogen sus actuaciones en el Liceu de Cataluña, en 1933 y en el Teatro Ruzafa, de Valencia.

En fin, la exposición nos depara otras muchas sorpresas, como un precioso dibujo-poema de Rafael Alberti, dedicado a él. Un libro, de gran tamaño, a modo de álbum, donde él recogía todas las noticias, informaciones, fotos y críticas que publicaba la prensa, constituyendo un documento de gran valor. Un baúl personal, en forma de vestidor o ropero, donde guardaba sus trajes y zapatos cuando viajaba. Por último, un testimonio sobrecogedor, que puede escucharse utilizando unos auriculares, es el relato que le hizo poco antes de morir a Carlos Herrera, del secuestro que protagonizaron tres falangistas, en el Teatro Pavón, de Madrid llevándoselo a un descampado, y la posterior paliza que le dieron, dejándolo medio muerto, después de obligarle a beber ricino y arrancarle los pelos a puñados, por “rojo y por marica”. Fue a raíz de este grave atentado cuando decidió exiliarse de España.

Miguel de Molina y el flamenco

En uno de los paneles hay un texto suyo en el que Miguel de Molina expresa su fervor y su estima por el flamenco. Y dice que lo que él canta no es flamenco, ni pretende serlo, aunque reconoce el aflamencamiento de algunas de sus coplas. Merece la pena recordar –según lo hace Manuel Francisco Reina- que teniendo 19 años y estando en Algeciras trabajando en un burdel le invitaron a asistir en Granada al célebre Concurso de Cante Jondo del año 1922, donde un niño llamado Manolo Caracol obtuvo un premio y muchos años después, le disputaría a Miguel de Molina, grandes éxitos en sus espectáculos de copla. Aquel viaje sería una revelación para Miguel y para decidir lo que quería ser. Admira a Lorca a llegaría a conocer personalmente. Y descubre el género musical de la copla que arrasaba en aquel momento y era «la banda musical de los españoles desde mediados de los años veinte”. Estaba decidido a cantar y bailar.

Cuando llegó a Madrid, frecuentaba la zona de la plaza de Santa Ana donde había varios colmaos, después tablaos andaluces, en los que se cantaba y bailaba. El mismo nos cuenta que “en Madrid fui aprendiendo de los maestros del cante y del baile en el mítico Villa Rosa”, donde trabajó como camarero y frecuentó sus célebres juergas flamencas. Hay una foto, de 1930, citada por Blas Vega, en las que aparece con Rita y José Ortega, Pepe de Badajoz, Niño Pérez, Antonio Valdepeñas y otros.

Aquellas juergas íntimas fueron la escuela de aprendizaje, donde Miguel empezó a manifestarse con canciones y pasos de baile. Cuando estuvo maduro empezó bailando y llegó a formar cartel con la bailarina Soledad Miralles, en el Teatro Romea. En 1933, ya hace un papel bailando en “El amor brujo” donde alterna con los bailaores Vicente Escudero, Pastora Imperio y Antonia Mercé. También actuó, en 1934, como bailaor junto a Pilar Calvo y el guitarrista Luís Maravilla en salas de fiesta y teatros.

Pero poco a poco se fue pasando a la copla. En 1935 actúa en el cabaret Barbieri como “renombrado cantante y bailarín”, comenzando giras y triunfos por todos los cabarets y teatros de España. Como bien explica Blas Vega, hasta entonces en esos lugares sólo cantaban mujeres. De hombres sólo lo hacían los cantaores flamencos. El cancionero español todavía no existía y esa forma de cantar la impuso, con su arte personal, Miguel de Molina. Durante los años de la Guerra Civil actuó mucho en la zona republicana donde los milicianos lo adoraban.

Su recuerdo en estos últimos años.

Ya exiliado y mayor, su recuerdo siempre estuvo presente en la radio española donde sus canciones solían escucharse. En la recuperación actual de la canción española- en sus comienzos y, sobre todo, en la época republicana se le llamó copla- su figura y su voz se ha recordado cada vez más. En 1985, TVE le dedicó un programa especial en “Tatuaje”. Carlos Herrera viajó a Buenos Aires, en 1990, y logró de él -a pesar de su reticencia a ser entrevistado-, un programa extraordinario donde el artista se confesó y cantó por última vez. Fue en el espacio “La copla”, de Canal Sur de Andalucía que nos ha quedado como todo un clásico. Sus discos no han parado de reeditarse en todos los formatos y de escucharse con fervor. El director de cine Jaime Chavarri se inspiró en su vida para hacer la película en 1989, de gran éxito, «Las cosas del querer», que protagonizaron Ángela Molina y Manuel Bandera

Poco antes de morir en 1993, con ochenta y cinco años, fue condecorado por el Gobierno de Felipe González que le impuso la Cruz de Isabel la Católica en la embajada española de Buenos Aires. Le falló el corazón un 4 de marzo de 1993 en su casa- museo de la capital porteña, en la calle Echevarría. Descansa, con el beneplácito de su familia, su sobrina Josefina Balande y su sobrino nieto, Alejandro Salade, en su querido Buenos Aires que le acogió en su exilio con cariño, le arropó con fervor y le admiró con entusiasmo. El Panteón de Actores del cementerio de La Chacarita, en Buenos Aires, acoge sus restos mortales como los de Gardel y otros artistas.

Jesús Asensi Díaz)
(Extraído de la página web http://www.juanbreva.com, octubre 2009)

La mirada de los extranjeros

El jueves pasado por la tarde, logré sacar un poco de tiempo para cruzar el puente y pasar a Sevilla.

La razón: una magnífica exposición fotográfica y audiovisual, reunida por Steve Kahn, y que presenta los materiales y documentos que los extranjeros tomaron o filmaron, cuando viajaron a Andalucía y quedaron atrapados en la espiral del flamenco que vivía y latía en Morón, Utrera o Sevilla.

Se trata de «Flamenco Project» (1960-1985) y que estará en dos sedes de Cajasol, en la Plaza de San Francisco y en la Plaza de la Encarnación hasta no sé qué día, pero que ningún sevillano o forastero deberá perderse.

Esta mirada del extranjero que es «Flamenco Project», finalmente se ha convertido también en la nuestra, pues los materiales buscados y recopilados por Steve Kahn resultan ser los únicos documentos con que contamos para reconstruir la imagen de una forma de vivir el flamenco en el cinturón que rodea a Sevilla, en aquellas décadas prodigiosas de los 60s y 70s.

Allí tenéis, en un necesario blanco y negro el baile de Paco Valdepeñas en plena calle, Joselero en una serie de instantáneas no posadas, la figura imponente de Anzonizi del Puerto, los gitanillos anónimos posando o bailando con una concentración admirable, o el retrato posado e hipnótico de Manolito de María (la fotografía el tarjetón de más arriba). También están Diego el del Gastor y los artistas y gitanos de Utrera -los Peña, los Bacán…
Otra visión del flamenco gitano, que merece un viaje a Sevilla… desde Triana o desde más lejos.

¡Vámonos pa’ Málaga!

Después de unos cuantos días piropeando de lo lindo a Cádiz y a su arte, vamos a volver a Málaga, para que no se nos ponga muy celosilla.

Hoy empieza el Congreso de Arte Flamenco en la capital, y se inauguran un par de exposiciones, una sobre La Repompa de Málaga, y otra sobre Los Verdiales.

Voy a ver si en 24 horas me da tiempo a hacer todo lo quiero y ver a toda la gente que quiero.

Málaga tiene algo que no tiene nadie más: un fandango primitivo arrebatador, magníficamente conservado y vivo, y como dice Lourdes Gálvez del Postigo, no es sólo el fandango verdial, sino que Málaga ha conservado todos los estadios de su evolución hasta llegar a la malagueña.

Ya he hablado en muchas ocasiones de que yo entré en este mundo apasionante del flamenco, de la mano de un programa de radio en Radio Clásica: «Nuestro Flamenco» y dentro de ese programa, por un monográfico que le dedicó a los Verdiales y al resto de los cantes de Málaga. Fue allá por el año 1998 o 1999, y he conservado la cinta de la casete en dónde grababa los programas, para reescucharlo a gusto y con calma, durante todos estos años.

Hoy rescato esa cinta del año 1999, para que escuchéis a José María Velázquez-Gaztelu y cómo me introdujo en el mundo de la fiesta de Verdiales. ¡Bendita casualidad!

Programa sobre los Verdiales: «Nuestro Flamenco» (1998 o 1999)

Y os dejo con lo que el equipo del programa de «Rito y Geografía del Baile» grabó a mediados de los años 70s.

No en vano, he elegido para ilustrar el «perfil» de La Porverita una imagen -de perfil- de un cartel de la Feria de Málaga, y de una fiestera algo descafeinada, pero que lleva en sus manos las castañuelas y las cintas verdialeras.

Pero… ¿tiene santos, papá?

Leyendo el libreto informativo de una magnífica exposición de libros que hay en la planta de entrada de mi biblioteca -«Infancia, literatura y exilio del 39 : libros de la colección de Ana Pelegrín«- he rememorado los libros ilustrados de mi infancia.

Es una de las mejores exposiciones que se han realizado en la Biblioteca de la UNED, y aunque éste ha sido siempre un templo de estudio e investigación académica, estos días ha tomado -con esta exposición- el aspecto de una alegre guardería.

Uno de los libros expuestos que más me ha divertido es éste de un malagueño en el exilio: José Moreno Villa, «Lo que sabía mi loro : una colección folklrórica infantil». Reunida e ilustrada por José Moreno Villa. México. Isla. 1945? 
Tengo que conseguir ojear el libro completo, para ver si el malagueño recoge alguna «aleluya» referida al cante flamenco, con la misma gracia y sabiduría con que «parea» e ilustra una corrida de toros.

Dice, la comisaria, Gabriela Ossenbach, en el catálogo:

«Los libros que se exhiben, apenas una parte de la colección de Ana Pelegrín, son mayoritariamente de las décadas de 1940 y 1950, editados en México, Cuba y Argentina. También se han seleccionado algunos de los años veinte y treinta, de la época considerada como la Edad de Plata de la cultura española, en la que habían iniciado su obra algunos de los más destacados autores e ilustradores de libros infantiles que luego tuvieron que exiliarse. La selección de los libros infantiles del exilio que se exhibe pretende mostrar no sólo la obra de los escritores más destacados, -con una atención especial a Herminio Almendros, Antoniorrobles, Elena Fortún y Rafael Diesde-, sino también la de los ilustradores, donde sobresalen figuras tan conocidas como Salvador Bartolozzi y Federico Ribas, junto a un grupo de pintores de la vanguardia española del primer tercio del siglo XX, que se dedicaron a la ilustración infantil durante sus años de exilio en América.

Igualmente, en la exposición pueden verse algunos ejemplares de la Biblioteca Billiken y la Colección Oro, que recuperaron en Argentina el espíritu de las Misiones Pedagógicas, tanto por su contenido -que se inspira en los repertorios seleccionados para las escuelas rurales-, como por los autores que adaptaron las obras al público infantil y juvenil. Estos autores -entre los que destacan Rafael Diesde, José Otero Espasandín, Antonio Sánchez Barbudo o Mariano Perla-, continuaron su obra en el exilio.

(Gabriela Ossenbach. Directora del Centro de Investigación MANES. UNED)

Creo que no os la debéis perder, los que viváis en Madrid. Y de paso, podéis echarle un vistazo a una de las mejores colecciones de libro antiguo que tenemos: la colección MANES de manuales escolares, españoles e iberoamericanos.
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La exposición me ha recordado mis primeros libros infantiles, y lo importante que eran para mí las ilustraciones.
En aquellos tiempos de la «segunda postguerra» era bien poca la literatura infantil bien ilustrada que se podía conseguir en la paramera cultural que era Teruel. La mayoría de los libros infantiles tenían un «tufillo» ideológico y moralista que no resultaba nada atrayente, pero ¿qué voy a decir de las ilustraciones? ¡Aquello era aún peor! Era para… salir corriendo.
Mi padre, que además de gran aficionado a la música y hombre religioso, era maestro y otorgaba todo el valor que tiene a la lectura infantil, también sabía de la importancia de la ilustración. Yo, sin embargo se lo recordaba continuamente, pues cuando traía libros a casa, siempre preguntaba: «¿tiene «santos», papá? Cuanto más «santos«, mejor».
Mi imaginación se disparaba, no por lo escrito, que casi no comprendía, sino por lo ilustrado, que veía y entendía perfectamente, y que dejaba una huella imborrable.
No sé cómo, pero aquel hombre sabio y bueno, compraba libros por correspondencia que no se parecían en nada a los que regalaban y traían a las escuelas -libros muy aleccionadores pero indigestos-; todavía recuerdo y conservo algunos de esos libros rompedores, que se saltaban a la torera, la censura escolar de aquellos tiempos.
Uno de los libros ilustrados más recordados de mi infancia es este cuento, con más ilustraciones que texto, que además estaba rimado y que yo me sabía de memoría -ya no.
(Los tres gatitos. Ilustraciones de Kurt Wiese. Editorial Molino. Barcelona, 1935)
Eransé tres gatitos
que perdieron sus mitones
y se echaron a llorar
¡Oh, mamá!, ¡gata buena!
¡Qué desgracia hemos tenido!
Los mitones se han perdido.
¿Así perdéis los mitones?,
míseros, gatos hambrones.
Pues os quedáis sin pastel.
Y allí fueron, los gatitos
a buscar sus mitoncitos…
(no recuerdo más)
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Por último, quiero hacer mención de otro libro ilustrado reciente, -de hoy mismo-, y que considero utilísimo y salvador: uno de los mejores métodos y formas para tratar de ayudar a los niños que viven o han vivido el tema de la violencia de género en sus familias.

El texto -inteligente y delicado- es de una amiga mía, argentina como Ana Pelegrín, –Sofía Czalbowski, y las ilustraciones son de Monica Carretero.
El niño/a que contempla y se culpabiliza de la violencia que observa en su hogar, si se queda prendado de estas ilustraciones y de este discurso -que puede sentir y manifestar como propio- será capaz de sacar afuera, exteriorizar y exorcizar esas miserias que tanto les intranquilizan.

Muchas gracias, Sofía y Mónica, por vuestra historia esperanzadora.
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¿No os parece, amigos, que la ilustración infantil es algo que debemos cuidar muchísimo?
La Porverita ilustrá.