«Cañeta en estado puro» No lo digo yo, lo dice Ramón Soler al final del apartado Diario de una grabación, del libro-disco «La Cañeta de Málaga, José Salazar , La Pirula«, del que es coautor junto a Paco Roji (Málaga. 2013)
Libro con grabaciones antiguas, recientes y en directo de La Cañeta de Málaga y de su esposo, José Salazar, más que recomendable: imprescindible. Apenas he comenzado a leerlo, pero los CDs (uno dedicado a Salazar, con grabaciones desde 1959 a 1984, y otro dedicado a la Cañeta, con grabaciones antiguas de su discografía, pero sobre todo ocho cantes grabados en el 2011), llevan sonando todo el día por toda la casa: dormitorio, salón, cocina y corredor. Ya estoy deseando escucharlos, a todo volumen, en el coche. 🙂
En una primera escucha, me impresionaron las «seguiriyas» de La Cañeta, que podéis escuchar AQUI. Y luego aluciné en colores, cuando leí (narradas por Ramón) las circunstancias de esta grabación tan insólita. Por lo visto, cuando ya tenían las grabaciones de marzo 2011, del disco de La Cañeta para revisar y editar, a Alfonso Queipo de Llano se le ocurre pedirle a la cantaora malagueña un experimento: cantar por seguiriyas, cuando la Cañeta nunca había hecho este cante.

Cañeta y Chaparro, foto extraída de aquí: http://cronicasflamencas.blogspot.com.es/2013/05/merecido-libro-la-caneta-de-malaga.html
La malagueña que no se arredra ante nada, se va pa’ su casa con su mari’o y se pone en sus manos (José Salazar sí que tiene hecho y grabado este palo). Así que unos meses después, (el 16 de junio de 2011), vuelve al estudio con la guitarra de Chaparro de Málaga y podéis juzgar por vosotros mismos si esta gitana no ha salido victoriosa del envite y es capaz de cantar… lo que le de la gana.
Termino con la cita de Ramón Soler sobre este acontecimiento:
Muchas veces uno se plantea si un joven de veinte años tiene motivos para cantar por siguiriyas, si solo se queda en la armazón de la música y en las modulaciones de la voz. Cañeta lleva toda la vida en el arte y ahora va a cantar por primera vez por siguiriyas porque tiene espesura vital para eso. «Ahora sí», como diría Paco Valdepeñas. Tras los acordes rotundos de Chaparro que la centran y dan seguridad, Cañeta dice tres cantes donde pone el alma al desnudo, tres cantes que transmiten una vida vivida intensamente, con sus dolores y sus gozos. Eso no es un disco más de flamenco, es mucho más que música; es vida hecha voz, ritmo y nervio. Ya era hora: Cañeta en estado puro.
¡Qué buenas ídeas y qué buen juicio tiene Alfonso Queipo! Todos debemos estar agradecidos de sus… atrevimientos.