El Niño de Sola sigue imparable.
Tiene una afición admirable y no para de estudiar y aprender. Se está formando a una velocidad de vértigo, sobre todo en los estilos gaditanos…, que para eso el muchacho es de Cádiz.
Cuando se meta con el resto del repertorio flamenco, y en unos meses de preparación, no va a tener competencia. ¡Ojo con este «niño»! ¡Qué va a arrasar!
Aquí lo tenemos en tangos lentos, en los que se acuerda de Antonio el Chaqueta, y en la malagueña del Mellizo, cortita y muy sabrosa.