Los Verdiales no pasan de moda

La foto de la derecha la he tomado «prestada» del mejor «sitio» sobre los Verdiales: Red Verdialera. (Espero que no se molesten)

Yo tenía preparada una entrada con versiones insólitas del cante por verdiales en los años 60s y esta noticia de hoy, en La Opinión de Málaga, ha hecho que recupere aquella «historia» que no encontraba momento de publicar -o postear, como dicen otros-

La noticia es que Los Verdiales van a ser BIC; bueno, se va a pedir que sean declarados «Bien de Interés Cultural».

No recuerdo que significa eso, pero lo que tengo claro es que su supervivencia y su éxito en todas las épocas de la historia reciente de la cultura andaluza no están amenazados.

Es realmente curioso que pervivan las manifestaciones más primitivas de este fandango campesino casi sin evolucionar, y por otro lado, todos los estadios de su evolución hasta llegar a la malagueña flamenca.

Bueno, esto que os pongo ahora, no sé qué etapa de la evolución ocupa, pero es muy divertido:

Aquí tenemos un cante por verdiales de nuestra folklorica -¡ojo! que para mí no es un insulto-, tristemente desaparecida, Rocío Durcal; pertenece a un EP de cuatro canciones flamencas que la cantante grabó en 1964 con la guitarra de… ¡Paco de Lucía!


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Emi Bonilla en su tema «Verdiales de la costa», de un EP de Belter de 1969. Se me ha colado en la subida a Goear el tema siguiente que tampoco está mal: «Por tu gente» por fandangos… caracoleros ¿?

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Para un amigo singular y todoterreno

Hoy cumple años un amigo singular; y digo lo de singular porque no hay otro como él, Otoski «el todoterreno«.

He olvidado el tiempo que hace que lo conozco porque me parece haberlo tratado durante toda mi vida.

Hemos hablado tanto y de tantas cosas durante tanto tiempo que llevamos juntos en la biblioteca, que creo que nos conocemos a fondo. Decir que es casi como de la familia es no hacerle justicia, porque nunca hemos peleado, ni mucho ni poco, como hace una con los hermanos.

Fue la primera persona -¡y vaya persona!- con quien hice amistad al aterrizar en la biblioteca y siempre me ha ido muy bien con él. Es lo mejor que me ha deparado este trabajo.

Desde que «caímos» juntos en la Hemeroteca, he aprendido muchísimo de él, pues aunque es más joven que yo, me da cien vueltas en casi todo: literatura y ensayo, música de casi todos los géneros, conciencia política y ciudadana, feminismo, habilidades sociales y … ética anarquista.

Vamos, una joya que ha hecho muy agradables las «excursiones» al trabajo, primero por la tarde y ahora de «madrugón».

Son incontables las cosas que he descubierto gracias a su incansable inquietud: escritores, grupos de rock, cantautores y hasta cantaores flamencos, libros, discos, locales y parajes de Madrid… En lo único que le sacaba un poco de ventaja -la informática y las nuevas tecnologías-, con una sola lección ha dejado atrás a la maestra, y si no, comprobadlo con su primer montaje de vídeo: una maravilla.

Ahora las cosicas que quiero dedicarle y que deberían gustarle, pues le gustaron mucho antes que a mí: